martes, 7 de febrero de 2023

La hoguera que se apaga y no calienta.

Formamos hogueras de fuego.
Como aquelarres de brujas. 
Para hacer magia. 
Contarnos cuentos. 
Fingimos simpatía 
por aquellos gatos 
que en vez de negros
eran blancos. 
Y las escobas, manchadas 
por el vino que se nos caía al bailar,
ya no volaban, 
de tanto barrer 
la casa para adentro.
Me diste a beber del Cáliz que por siglos han buscado los templarios. 
Lo tenías escondido en el infinito de tus ojos.
Si hubieran sabido la respuesta.. 
Habrían bebido 'el agua de la eterna juventud' para ir en cualquier momento y ver que ahí sigue seguro. 
O entre nosotros, a verte a ti.

                Y contarme.

No como lo haces tú.
Ellos me cuentan de ti.
Tú puedes contar conmigo.
Como te encuentro en mis letras.
Hartas de realidad, sin trucos.
Ni exceso de magia.

Fuimos lluvia de estrella 
en una noche de verano. 
Un deseo fugaz
que alguien pidió 
a gritos y en silencio.
Pensando que no se podría cumplir.
Y nos cumplimos.
Pero no encajamos en el puzzle 
que alguien estaba construyendo. 
Llámalo Vida. 
No era nuestro escenario.

Siempre fuimos más de bailarle a las tormentas que de besos bajo la lluvia. 
No por la música, 
que no sonaba, 
sino por la réplica de los terremotos que formabas en tus labios al reírte a carcajadas. 
Era como escuchar 
la banda sonora 
de nuestra vida
y sólo tú y yo 
la podíamos bailar. 
Fuimos los últimos, 
igual que el capitán del barco que se hunde, y no se va hasta que están todos a salvo. 
Nos fuimos, sin salvarnos.

Fuimos infierno,
que queriendo apaciguar el fuego, 

Se congeló de frío.
Fuiste cielo y yo tu Cruz.


Ahora somos. 


El gigante que venció David.

Magia sin trucos. 
Un cuento inacabado.
La hoguera que se apaga y no calienta.

X - IIV - MMXXI



   Resiliencia.

 

Todos necesitamos tiempo para aprender las cosas importantes para nosotros mismos, poder crecer como personas y mejorar. Algunos aprenden rápido la lección que les trae la vida ya sea con malas experiencias o buenas, otros en cambio, tardan más y vuelven, una y tres veces, a cometer el mismo error o a recurrir al mismo método 'fácil', que una vez funcionó para conseguir lo que necesitaban en ese momento. Pero al final, lo importante no es el tiempo que tardemos  sino aprender e interiorizar en nuestro ser esa lección que tanto necesitamos para crecer.

Hoy estoy aquí descubriendo monstruos que creía extinguidos, debatiéndome con las falsas promesas de aquellos que no soportan asumir el dolor y dejan en manos del destino aquello que deben curar ellos mismos. Compruebo después de media vida que no es cierto que el tiempo lo cura todo, simplemente se limita a poner distancia entre acontecimientos y sentimientos.

Hoy. Dejo de huir como aquellos que no soportan asumir el dolor y dejan su alma a merced del destino, me miro y miro al pasado sin miedo con sus monstruos y los míos. Todos, a una y en mi contra como si pudieran ganar, otra vez, la batalla. 

pesar de sentirme valiente, tengo mis dudas, tengo ese dilema que se repite constantemente como un bucle infinito espaciotemporal, del cual no hay manera que pueda salir por mucho que me repita las respuestas, una y otra vez. Tengo esa manía cual humano de enredarme entre los engaños del ego pensando que si lo dejo pasar, un día más, tampoco pasará nada. Tal vez, si no abro esas puertas si no desentierro los muertos y exhumo sus cadáveres el tiempo se encargará. Me repito una vez más.

Me siento valiente porque he encontrado la manera de no sentirme tan perdida. No puedo decir que ya 'nada es lo que era' cuando nunca ha sido nada más que un cajón lleno de espejismos e ilusiones. Y me encuentro discutiendo conmigo misma contra una realidad intangible e imprecisa.

Me miro, perdono y cojo flores frescas para los muertos al tiempo que asumo que las realidades son tan ambiguas como las mentes que las crean. Y aquí me encuentro, dejando las puertas del pasado entreabiertas sin necesidad de enterrar con barro los recuerdos ni cerrar con llave su presencia. Dejo las ventanas abiertas y las cortinas a un lado para que, ellos, disfruten, como yo, de la luz del sol. Para que cuando llegue su momento, puedan marcharse libremente como hago yo, ahora, de ellos. 


viernes, 7 de agosto de 2020


Qué me preocupa, 
me pregunta mientras se ríe 
de que no sepa conjugarme 
los calcetines con el camino que recorro.
Qué me alegra, qué me entristece...
Me callo y pienso que exactamente
eso es lo que me gustaría preguntarle,
pero tengo miedo, 
no quiero que sepa que me encanta,
que me da vida.

Hemos inundado la habitación de sueños,
la hemos calentado 5grados más que el infierno,
haciendo térmica la cama entera.
Compartimos la almohada 
y prefiere dormirse en mi barriga,
dice que no quiere llegar a mi corazón, 
sino atravesar mi energía,
colarse en un espacio de tiempo 
entre tantas fluctuaciones.

Me toca el pelo,
sus dedos juegan a ser hormiga entre mis rizos.
Me gustan las cosquillas con las que
hasta mis miedos mueren de placer.
Me abraza, me besa y sonríe.
Te quiero como persona, me dice.
Y yo sigo callada, nerviosa, temblando.
Pensando, que eso, 
es exactamente lo que me preocupa,
que quiera quedarse 
aún sabiendo lo desastre que soy.
Pero no se lo digo.
Me limito a pensar, a escuchar, a soñar.

Así me pasaría la vida entera, 
pero esto no lo sabe.
Entonces me mira y le contesto qué pienso
que calcetines ponerme mañana.

Solamente me dijo;

-¿Es importante pisar primero con el pie derecho al despertarse?-

Artículo 33/7B

Los lunes deberían ser sagrados como un domingo de Pascua. Les he concedido un artículo en mi propia Constitución, para ser exactos, el art.33/7b donde tienen derecho a proclamarse igual de valiosos que los otros días. Admito que una época dejé que los lunes simplemente fueran eso, lunes, igual que un domingo, aunque fuera el domingo de Pascua, Resurrección o de Ramos. Las horas pasaban y los meses eran un nombre más en un trozo de papel que un grupo selecto había inventado. 
La confusión habita entre dos pensamientos adversos, que discurren entre dos sentimientos también adversos entre sí. La 'intención de' se proclama valiente en momentos de inquietud y entonces surge la confianza. Igual que la qué desprendes cuando me miras desde el portal queriendo leerme entre líneas.
Algunas noches se posa un ave en la ventana de tus córneas enriqueciendo el paisaje y tu solo ves polvo y lo confundes con cenizas. Sé que te irrita que sonría cuando te enojas. Cómo también sé que hay leyes que no se pueden cambiar como la termodinámica o la de tu piel contra la mía. Los nervios nacen en una sala de espera. El miedo y la muerte cobran vida. La felicidad nunca ha sido una alternativa para las niñas de Afganistán. La realidad reside congelada en una milésima de segundo espacio-temporal. Se caen las hojas de los cerezos en un parque de Hong-Kong iniciando un nuevo ciclo. En el Este de Cusco se siguen preguntando que pasó con el fin del mundo. Apagar la radio y escuchar la propia voz para algunos no es suficiente. A veces recuerdo que estoy en medio de una implosión y puede que mañana nunca llegue porque no existe, pero el tacto de tus labios me hacen sentir real y la ilusión de creerlo vuelve con el Tic-tac del reloj marcando el paso del tiempo. Ahí es cuando sucede, los lunes dejan de ser simples lunes, las canciones dejan de ser simples canciones y pasan a ser almas navegando en diferentes frecuencias. Pero tú y yo... Tú y yo seguimos siendo poco más que dos simples tontos creyendo cambiar el mundo sin conocer bien sus leyes. 
He descubierto una ventana secreta dentro de mi ser dónde hay escrito en un rinconcito del marco: 'Tu Libertad acaba cuando dejas de escribir'. Por eso cree la 'Constitución Independiente de mis propios sentimientos', donde los referéndums se celebran el segundo lunes del mes. 

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Paseos.

Siento la brisa que aleja
el desasosiego y trae calma.
Respirar es volver a ser en mí.
El vacío se vuelve calma.
La paz ya no son sus ojos.
Ahora la paz es el latir
de mi corazón en calma.
El beat lo marca la naturaleza.
Las nubes se relajan

formando delfines que surfean el cielo.
La nada deja de ser vacío
y comienza a ser presente.
El futuro deja de existir
junto al cantar de las aves.
La hierba fresca y el polvo
me recuerdan de donde vengo.
Me siento.
Siento el aire
que vacila entre las hojas.
Los pensamientos
se vuelven mundanos
Y me disfruto.